Los trabajadores, el pueblo y la izquierda no tenemos candidato
¡Vote en blanco!
¡Vote en blanco!
El Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo –Modep—y el Partido Socialista de los Trabajadores –PST—invitan a los trabajadores y a todos los explotados y oprimidos del país a votar en blanco en la primera y segunda vuelta de la elección presidencial.
Como parte que somos y hemos sido de las luchas de las organizaciones sindicales, sociales y populares por la defensa de los derechos económicos y sociales de la población, de la protesta en las calles contra el reaccionario régimen encabezado por Álvaro Uribe –responsable de los llamados falsos positivos, de las chuzadas del DAS, de decenas de asesinatos y desapariciones–, convencidos de que las transformaciones económicas, sociales y políticas que se necesitan para solucionar los graves problemas que afectan a millones de colombianos obligan a mucho más que algunos retoques y reformas al régimen político y a los planes económicos adelantados por el gobierno saliente, consideramos que ninguno de los actuales candidatos presenta un programa y unas propuestas con las cuales deban comprometerse los millones de oprimidos y explotados del país.
Desde el punto de vista de los intereses de los trabajadores y de todos los pobladores oprimidos y explotados, de los más de cuatro millones de campesinos despojados de sus tierras y desplazados, de las decenas de miles de víctimas del feroz accionar paramilitar de las últimas décadas que demandan verdad, justicia y reparación integral, de las comunidades indígenas y afrodescendientes que luchan por el derecho a su territorio nada podemos esperar de candidatos como Santos, Vargas Lleras, Noemí Sanín o Pardo. Con sus distintos énfasis son más de lo mismo.
Por otro lado, hoy las clases dominantes discuten si los beneficios que obtuvieron con el uribismo, deben seguir siendo administrados desde la lógica mafiosa - paramilitar, o desde una lógica tecnocrática despótica. Antanas Mockus representa los intereses de sectores de la gran burguesía que quiere que sus fortunas sean administradas por una tecnocracia autoritaria, no quieren de ninguna manera democracia, piden fascismo, pero un fascismo "culto", en ese sentido les va muy bien Mockus. Su programa no cuestiona el modelo económico de megaproyectos minero-energéticos, expansión predatoria de monocultivos de exportación, inversión imperialista, legalización de las fortunas del narcotráfico y garantías plenas al capital financiero.
En eso Mockus es transparente, no va a poner en riesgo el modelo, lo va a administrar con mayor racionalidad burguesa. Además de mantener la represión para seguir expulsando indígenas, campesinos y pobladores urbanos que habitan territorios ricos en recursos, seguro realizará campañas pedagógicas para que la gente entienda que están equivocados, que deben irse pacíficamente, perderlo todo, pero eso sí, muy contentos y decentes. Mockus propone mantener la confianza inversionista, la seguridad democrática y la cohesión social, pero dice que estas pueden ser mejores con campañas ideológicas, llamadas pedagogías ciudadanas. "Todos ponen, unos pocos ganan", es la idea de democracia de Mockus. Esto gusta mucho a sectores pequeño burgueses urbanos, con profundas nostalgias aristocráticas y a muchos sectores intelectuales escépticos escandalizados con la brutalidad uribista. Esta tendencia (despótica – tecnocrática) que reclaman la gran burguesía colombiana y los monopolios imperialistas, y que tanto gusta a las clases medias, incluso la expresan las candidaturas de Santos, Sanín, Vargas Lleras y Pardo.
Para hacer una caricatura explicativa, el modelo hacendatario mafioso exportador, tendrá, a los ojos del gran capital una mejor presentación en el contexto de un mundo internacionalizado, con un gerente filósofo como Mockus, que con un gamonal clientelista y traqueto como Álvaro Uribe.
El Modep, integrante del PDA, cuestiona que un sector del PDA, con una postura pragmática, de conciliación con sectores de la gran burguesía, liderado por Gustavo Petro, en nombre del realismo político, impulse un proyecto político en contravía del Ideario de Unidad, al cual le agrega el condimento del anticomunismo, tan de gusto de la gran-burguesía y los terratenientes colombianos.
Cuando se dio la consulta interna, el Modep apoyó decididamente a Carlos Gaviria, y cuestionó la manera en que la campaña de Petro manipuló y satanizó a su programa y propuestas. Cuando Petro fue elegido como candidato presidencial, inició con un conjunto de planteamientos ajenos al programa del PDA: defensa del proyecto de la seguridad democrática, garantías de no enjuiciamiento a Álvaro Uribe Vélez, aceptación de la presencia de las bases militares norteamericanas, si se ajustan a la legalidad constitucional; defensa del programa fascista corporativo de Familias en Acción, y llamados, como lo ha hecho anteriormente a alianzas con sectores de la oposición gran-burguesa al uribismo.
Este enfoque de la campaña de Petro rompe el Ideario de Unidad, pasa por encima de los acuerdos del I y el II Congreso, y de la hoy si nombrada, con fines electoreros "disciplina de Partido", por eso el MODEP no apoya la campaña electoral del PDA.
Adicionalmente, la principal limitación del PDA es su restricción unilateral al accionar político en el ámbito exclusivamente electoral, quedándose rezagado frente a las luchas populares y a presentar iniciativas políticas de fondo. Y sobre todo no ejerciendo control político en el ejercicio de los gobiernos locales, en donde los mandatarios del PDA gobiernan con políticas muchas veces contrarias a lo expresado en el ideario de Unidad.
El PST, que nunca ha formado parte del PDA, considera que las organizaciones obreras, sindicales y populares deben desarrollar su participación electoral y cualquier representación parlamentaria que lograsen obtener colocándolos como instrumento o herramienta del impulso a la lucha y movilización masiva de la población para conquistar sus derechos y reivindicaciones y avanzar en los procesos de organización y conciencia necesarios para luchar por nuevas y mayores conquistas que planteen radicales transformaciones económicas y sociales, no sólo algunas reformas o una administración "decente" de los aparatos e instituciones del estado burgués dominante.
Conjuntamente llamamos a profundizar esta discusión en las semanas que faltan de actividad electoral, a expresar a través del voto en blanco una posición de independencia y ningún compromiso, confianza o expectativa en ninguna de las propuestas de esta campaña presidencial, que engañosamente se presentan como alternativas para la solución de los gravísimos problemas que aquejan a la población pobre y explotada del país.
Bogotá mayo de 2010
No hay comentarios:
Publicar un comentario