Este 9 de abril una gran movilización social, convocada por diferentes clases sociales y partidos políticos, con diferentes intereses acerca del significado de la paz inunda las calles de Bogotá. Sin duda muchos colombianos y colombianas anhelan honestamente la paz y creen que si se acaba la guerra entre gobierno e insurgencia, todo será mejor. 65 años de conflicto y guerra, y 30 años de fascismo marcan a las multitudes con el imaginario de que es por la guerra que hay hambre, desempleo, carestía.
En verdad la guerra ha traído ganancias para las clases dominantes y pobreza para el pueblo. Pero el responsable real de la desigualdad social, no es la guerra, sino la aplicación violenta de un modelo económico, de acumulación por desposesión, que ha necesitado expulsar a millones de campesinas de sus tierras, asesinar a la dirigencia social y sindical para reducir salarios e imponer reformas laborales y de IN-seguridad social claves para la ganancia capitalista. Quienes marchamos este día lo hacemos por diferentes concepciones e intereses.
Las clases dominantes alrededor de Santos (empresarios, mandos militares, jerarquía católica), convocan y participan la movilización, para mostrarle al país y al mundo, que la paz es sinónimo de la continuidad del régimen. Amarran la jornada a las elecciones presidenciales. Este sector necesita que la insurgencia se desmovilice para avanzar hacia la pacificación, condición necesaria para continuar el modelo económico, que convierte la guerra insurgente en violencia "institucional" contra el pueblo.
El otro sector de las clases dominantes, los fascistas comandados por Álvaro Uribe, cuestionan la marcha, llama a no hacerlo y critica que el presidente Santos quiera encabezarla. Además han desempolvado la vieja tesis anticomunista de que Gaitán fue asesinado por el prosovietismo y no por la supuesta "oligarquía", por eso no se debe marchar con los terroristas de la paz. Insisten en que la vía de la pacificación, no es la desmovilización insurgente sino la guerra permanente. Además en medio de la pugna intestina entre las clases dominantes el bloque santista, quiere mostrarle al uribismo que la base social está con el gobierno y no con este último.
En Bogotá, Petro ha declarado día cívico y convoca a sus funcionarios y apoyos sociales a marchar. Desde una postura socialdemócrata y un programa de capitalismo de rostro humano, el alcalde aspira este 9 de abril a ganar un lugar en la ciudadanía capitalina, que producto de sus propios errores y de la campaña en su contra, han alejado a su electorado.
Los sectores democráticos y de izquierda, marchamos también por diferentes motivos. Marcha patriótica y Congreso de los Pueblos planteando la necesidad de que se desarrollen los diálogos y se abran a la "sociedad civil". La expectativa para estos dos sectores es que existan diálogos con todas las guerrillas y como resultado se generen reformas para crear algunas condiciones sociales y políticas favorables al pueblo.
Nosotros, el MODEP, marchamos, porque como lo hemos planteado anteriormente estamos de acuerdo en que parar la guerra en estos momentos, es una necesidad para la recomposición de las fuerzas sociales y políticas de la transformación democrático revolucionaria de la sociedad colombiana, luego de 30 años de fascistización, antidemocracia y anticomunismo, que han diezmado al campo popular de fuerzas sociales, de perspectiva estratégica y la decisión de lucha por el poder para el pueblo.
Marchamos juntos, pero no diluimos el alcance de nuestra posición política, no marchamos a la cola de los intereses mezquinos del santismo, o de la visión limitada del petrismo. Tampoco a la cola de quienes suponen que la paz agota todo el proyecto democrático. Marchamos con la perspectiva de convocar un programa antineoliberal, antimperialista y por los derechos del pueblo. Manteniendo nuestra consigna, hoy más vigente de lucha por el poder, la democracia y el socialismo.
Movimiento por la Defensa de los Derechos del Pueblo - MODEP
Bogotá, Colombia, 9 de abril de 2013
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