Tanto la paz, como la guerra son procesos históricos que expresan diferentes intereses de clase, ese es el punto de partida de la posición política del Modep acerca de las iniciativas e inicios del proceso de conversaciones de paz en Colombia.
El Imperialismo y sus megamonopolios aliados a las clases dominantes criollas y a su Estado, entienden la paz como el fin de los levantamientos armados insurgentes, que son obstáculo para viabilizar su modelo de país en lo económico y político, que de todos es sabido le entrega las tierras, los territorios, los bienes de la naturaleza y la población nacional, al saqueo, la depredación y la explotación capitalista, esa vía quiere un país en paz, sin guerra insurgente y sin proyectos revolucionarios que tengan la decisión de luchar por el poder, la democracia y el socialismo.
Las insurgencias proponen parar la guerra, debido a sus propios balances a cerca de la correlación de fuerzas en que se encuentran ante el Estado reaccionario.
Muchos sectores plantean que se debe parar la guerra, porque "está demostrado que hoy ya no es válida la violencia revolucionaria" y que se ha puesto a la orden del día la "transición pacífica hacia las reformas democráticas", además, "es imposible derrotar al capitalismo", solo se puede reformar, por las vías pacíficas. Hacia esa posición tanto el Estado colombiano, como numerosos ONG y partidos políticos quieren llevar la lucha por la paz.
¿Existe otra posibilidad? El MODEP considera que sí. 50 años de guerra, fascismo y represión, le han permitido a las clases dominantes desarrollar el capitalismo en las ciudades y el campo, a un precio muy alto para el pueblo colombiano, casi cien mil desaparecidos, 6 millones de desplazados, miles de masacres, miles de exiliados, las dirigencias de las organizaciones sociales asesinadas y disminuidas, así como fuertes golpes militares a las estructuras guerrilleras. El pueblo colombiano necesita en este momento histórico, PARAR LA GUERRA, pero no para renunciar a la lucha por la transformación profunda de nuestra economía y nuestra sociedad, sino porque se necesita un periodo de tiempo para recomponer el movimiento popular, su capacidad de lucha y su vocación de poder, para continuar la lucha por una nueva sociedad y para resistir a los ataques que nos esperan de parte del Estado y los megamonopolios. Parar la guerra para exigir la democracia y el desmonte de los elementos de fascismo que estructuran el poder político de las clases dominantes: el paramilitarismo, la legislación represiva, la persecución a la opinión disidente.
No apoyamos una paz que le ponga fin a la utopía. No apoyamos una paz que le diga al pueblo resígnate.
Colombia, Marzo de 2013
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Movimiento por la defensa de los derechos del pueblo-MODEP-BOGOTA
Vamos por la Democracia, el Poder y el Socialismo.
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